La parte central de nuestro cuerpo constituye una de las más importantes para el control corporal en relación con el espacio y el tiempo y para el mantenimiento del equilibrio.
¿Qué es el core?
Este término abarca a toda la musculatura que se encuentra en la parte central de nuestro cuerpo, desde el suelo pélvico hasta el techo o diafragma; por el medio se encuentran el recto abdominal, los oblicuos del abdomen, paravertebrales, ileocostales, cuadrado lumbar…
¿Qué debemos saber sobre el CORE?
Prevención de lesiones
Dos cosas importantes: La primera es que tener unos músculos abdominales fuertes no sólo es cuestión de estética, detrás de una buena musculatura abdominal, hay una buena posición corporal y por ello una prevención constante de hernias, lumbalgia, ciáticas, etc.
Por ser una estructura amplia, hemos de saber diferenciar los ejercicios encaminados a su fortalecimiento. Y no será lo mismo, la parte más superficial, aquella que relacionamos con los cuadraditos y por lo tanto con los ejercicios abdominales que todos conocemos; que la parte más profunda, que alude al suelo pélvico, musculatura involuntaria, y por lo tanto una manera diferente de intervenir, como por ejemplo con los ejercicios hipopresivos.
Ni tampoco será igual si hablamos de la parte posterior o la lateral, que aluden a la musculatura lumbar y oblicua respectivamente, y cuyos ejercicios no podemos olvidar en nuestros entrenamientos.
Prevención de enfermedades cardiovasculares
El segundo dato de relevancia a saber es la relación directa entre una menor grasa corporal en la parte central del cuerpo y su relación directa con la prevención de enfermedades cardiovasculares como la obesidad, la hipercolesterolemia, el síndrome metabólico, los infartos de corazón y un largo etcétera. Y es que la (tan poco deseada) grasa en el abdomen, llamada grasa visceral, es la que se acumula en torno a los principales órganos de nuestro cuerpo como el hígado, riñón… de ahí la relación directa entre unos buenos abdominales y una mayor longevidad.
Te daré un dato curioso: el patrón de acumulación de grasa en la mujer suele ser diferente al del hombre, aunque siempre hay excepciones. La mujer tiende a acumular grasa en las caderas y los hombres en la barriga. Es por esta razón que las mujeres vivimos más años respecto a los hombres.
Al acumular grasa en las caderas, podemos estar más o menos orgullosas de ella, pero… no nos predispone a las enfermedades que antes te he mencionado y a las que sí están expuestos los hombres por acumular la grasa en los abdominales y rodear los órganos vitales.
Y además y otra curiosidad es que esa grasa en la parte central del cuerpo los hombres suelen tenerla debajo del músculo recto abdominal y por ello tienen barrigas enormes pero duras y las mujeres la tenemos -principalmente- encima del recto abdominal y así tenemos barrigas más blandas, pero corremos menos riesgos, porque la grasa no rodea los órganos vitales.
Hidratos de carbono y abdominales
Por todo ello la intervención futura para una vida más saludable ha de ser de dos maneras diferentes: reduciendo la ingesta de hidratos de carbono de alto índice glucémico (principales estimuladores de esta grasa visceral de la que hablamos). Es decir, “fabricando los abdominales en la cocina”. Y fortaleciendo la musculatura de la parte central del cuerpo.
Por todo ello te reto a que hoy intervengas en la prevención de lesiones futuras. ¿Cómo? Realizando 100 abdominales de tus preferidos, no importa cuales sean: los clásicos, las planchas, los hipopresivos…

Celia Cantonero
Lda. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especializada en Pilates, Hipopresivos y Actividad física, Embarazo y Post-parto. Máster de Psiconeuroinmunoendocrinología (en proceso)