La comunicación es un aspecto fundamental de la interacción humana, que da forma a las relaciones y a nuestra realidad e influye en nuestro bienestar emocional. La forma en que nos expresamos tiene un profundo impacto en nuestra mente y nuestras emociones y cada palabra tiene el potencial de elevar o dañar. Si comprendemos el impacto de nuestras elecciones lingüísticas, desvelamos el poder secreto de las palabras para dar forma a nuestro mundo interior y a nuestras experiencias externas. A través de este artículo, profundizamos en la naturaleza transformadora de las palabras de apoyo, la responsabilidad que tenemos en nuestra comunicación y la profunda influencia que ejerce el lenguaje en nuestra secreta mente.
El impacto de las palabras en nuestro estado emocional
Las palabras tienen un inmenso poder sobre nuestro bienestar. La forma en que nos comunicamos y el lenguaje que elegimos pueden influir significativamente en nuestro estado emocional.
Creo que todos podemos imaginarnos después de cometer un error “flagelándonos” ¿sí?
- Pero qué torpe eres, cómo no te has dado cuenta de, siempre igual…, es que no eres cuidadosa.
Lo primero fíjate en la negatividad que te estás dedicando ¿se lo dirías así a otra personas?
Lo segundo, estás totalizando,
- ¿siempre “eres” torpe?¿o en alguna ocasión te comportas más torpemente?
- ¿no “eres cuidadosa? ¿o en alguna ocasión te comportas de manera menos cuidadosa?
Tercero ¿te has dado cuenta como yo, en la diferencia entre utilizar “eres” con “te comportas”? ¿Sí verdad? 😉
Tanto si alguien te dice palabras negativas como si te las dices tú, sentirás cómo te hacen pequeñito, cómo te limitan, cómo te ponen un techo o estrechan tus posibilidades y cómo impactan en tus emociones.
Sin embargo, cuando alguien te da una visión positiva tiene la gran capacidad de levantarnos, de provocar un sentimiento de superación, de querer seguir adelante ¿verdad?
El bucle de retroalimentación entre nuestros pensamientos y emociones es innegable. Cuando estamos rodeados de palabras alentadoras y de apoyo, nuestro estado emocional tiende a ser más positivo y estable. Por el contrario, la exposición constante a un lenguaje duro o crítico puede provocar una espiral descendente de emociones negativas. Seguro que tienes el típico amigo “nube negra” ya sabes a lo que me refiero. ¿Eres consciente del impacto que provoca en tu energía?
Por eso es tan importante elegir nuestras palabras con cuidado y conscientemente y ser capaces de fomentar un entorno lingüístico positivo para nuestro bienestar tanto si es con otras personas como si es hacia nosotros mismos ya que nuestra narrativa interna influye enormemente en nuestros sentimientos y en nuestra visión de la vida.
El bucle de retroalimentación entre pensamientos y emociones
Al comprender la intrincada relación entre nuestros pensamientos y emociones, se hace evidente que existe un bucle de retroalimentación continuo que influye en nuestro bienestar. La interacción entre lo que pensamos y lo que sentimos constituye la base de nuestros estados mentales y emocionales.
Cuando somos conscientes de este bucle de retroalimentación podemos tener mayor claridad sobre nuestra percepción del mundo, y no sólo eso, ahora sabemos que podemos cambiar nuestra visión y nuestro estado de ánimo cambiando nuestro dialogo interno.
Y te propongo un ejercicio regresivo.
- Piensa un resultado que estes obteniendo en algo que no sea el que estas buscando.
- Ahora piensa qué acciones has realizado para alcanzar el resultado que deseas.
- Ahora indaga en tus emociones sobre eso que quieres cambiar
- Y finalmente busca los pensamientos, los reales, que en su momento hicieron plantearte ese cambio. Todos los que te ayudaban y los que te obstaculizaban.
¿Qué pensamientos predominan ahora?¿tienes que ajustar esos pensamientos?
Hazlo con tu dialogo interno. Construye ese dialogo que te hará llegar a tu meta. Nadie te lo impide. ¿Qué es un dialogo que no te crees? Si te encaja repítelo hasta la saciedad. Los anglosajones dicen “Fake it till you make it”, es decir, finge hasta que te lo creas.
Palabras de apoyo frente a palabras destructivas
Es importante evaluar con antelación la intención de las palabras que decimos. En muchas ocasiones soltamos por la boca palabras que previamente no hemos evaluado el daño que pueden hacer. Han salido de lo más profundo de nosotros. Han salido de una intención consciente, semiconsciente o inconsciente. Prometo hacer un artículo sobre la intención porque uno de los drivers de nuestra conducta.
Somos libres de comunicar eligiendo palabras de apoyo o palabras que destruyan con una misma situación.
Si elegimos conscientemente utilizar un lenguaje de apoyo en nuestras interacciones, podemos cultivar un sentimiento de empatía y comprensión, fortaleciendo las relaciones y fomentando el bienestar emocional.
Imagínate que viene tu pareja después de trabajar y te dice que tiene un problema con su jefe.
Y tú respuesta… ¿Y qué ha pasado esta vez? Deberías manejar esa situación con tu jefe. No sé cómo esperas avanzar en tu carrera si sigues teniendo estos problemas. No puedo creer que seas tan incompetente. Así lo único que vas a conseguir es que te despidan.
O tal vez otra opción más empática y empoderadora.
Comprendo que estés pasando por un momento difícil con tu jefe. Quiero que sepas que estoy aquí para ti. Eres un profesional muy valioso y mereces ser tratado con respeto y aprecio en el trabajo. Ya sabes que, si necesitas hablar o buscar opciones, estoy aquí para apoyarte.
Creo que es bastante claro que en la primera contestación nuestra intención no es ayudar, es juzgar, es tirar piedras sobre la persona que tiene el problema, hacerla más pequeñita y quedar por encima.
Ahora imagina que esa persona eres tú y siente qué emociones te da una u otra. Una contribuye y la otra destruye y a veces destruimos de manera profunda, causando dolor, inseguridades, frustraciones, depresión…y aquí hago un especial llamamiento a cómo hablamos a nuestros hijos. Y no me refiero a que todo lo vean de color de rosa, no, si no a darles el camino que les empuja e impulsa a crecer, a no destruir su motivación. A darles las palabras que les hagan sentir que pueden llegar más allá de lo que su cabeza le está diciendo. Mira este maravilloso video.
Si volvemos al ejemplo del problema con el jefe y la conversación que se mantiene seguramente estarás pensando: Qué barbaridad, yo nunca hablo así a nadie….¿seguro?¿y a ti?
Autoconversación positiva: transformar la narrativa interna
Cuántas veces hablamos mal de nosotros mismos. Cuántas veces sacamos el látigo para fustigarnos. Cuántas veces lo hacemos casi de manera automática.
Pero qué tonta soy, pero es que siempre igual, menuda estupidez he hecho…
Este tipo de conversación te aseguro que te puede limitar bastante en la vida, pensar que “no eres merecedor” de llegar a… fuerte ¿verdad?
Sin embargo, se puede hacer un cambio consciente en ese dialogo. Toma esas situaciones como una parte del aprendizaje, ahora tendrás que hacer un esfuerzo intencionado cambiando esas creencias negativas por afirmaciones que te ayuden y que convierta eso en una potente herramienta para remodelar la propia perspectiva.
Ojo¡¡ esto es un ejercicio de cada día. Un ejercicio consciente que tendrás que recordar de alguna manera. Ponte una pulsera roja, una goma en la muñeca que estires cada vez que te “pilles” hablando mal…
Crea un diálogo interno constructivo que refuerce tu autoestima y te de una mentalidad de crecimiento y posibilidad. Te aseguro que cuando te liberes de los grilletes de la duda y la negatividad, no sólo cambiarás tú, cambiará todo tu alrededor.
La responsabilidad de nuestras palabras
Ya hemos visto que el impacto de nuestro lenguaje va más allá de las meras conversaciones; llega a lo más profundo de nuestras relaciones e influye en nuestro bienestar emocional y en el de quienes nos rodean. Las palabras que elegimos para expresarnos pueden tender puentes o crear barreras, moldear percepciones y elevar o disminuir el ánimo. Reconocer el poder que poseemos a través de nuestro lenguaje es el primer paso para fomentar interacciones positivas y alimentar el entendimiento entre las personas. En esencia, nuestras palabras tienen el potencial de curar o dañar, lo que subraya la importancia de una comunicación consciente y reflexiva.
Cómo construir relaciones sanas mediante la comunicación positiva
Soy consciente de que hay detalles para construir esta comunicación positiva, pero déjame que te ponga 4 que me parecen claves.
- Escucha activa y empática: No estés pensando en qué vas a decir antes de escuchar. Escucha con todos tus sentidos a la otra persona y muestra realmente un interés genuino en entender sus pensamientos y sentimientos. La empatía juega un papel crucial al ponerse en el lugar del otro y comprender su perspectiva sin juzgar.
- Elige tus palabras y que sean clara y respetuosa: Ahora que ya has escuchado, comunícate de manera clara y directa, eligiendo cuidadosamente tus palabras y expresando tus pensamientos, sentimientos y necesidades de manera honesta y respetuosa. Evita la comunicación pasiva-agresiva o las críticas destructivas, y en su lugar, busca un diálogo abierto y constructivo.
- Incluye el Sí en tu dialogo. Te permitirá construir puentes, decir que estás abierto a crear, a construir juntos a ayudar.
- Reforzar positivamente y expresar aprecio: Reconoce y aprecia los aspectos positivos de la otra persona, estos fortalecen la relación y fomenta un ambiente de confianza y apoyo mutuo. Expresa gratitud, elogia los logros y que note tu afecto…son formas poderosas de fortalecer los lazos emocionales y promover una comunicación positiva.
La gran mayoría de nuestros problemas vienen porque no sabemos comunicarnos. Cuando nuestras palabras van acompañadas por nuestros sentimientos de miedo, por nuestro ego, por nuestras necesidades, seguramente será difícil conectar con la otra persona.
No sé si en alguna ocasión alguien te ha hecho sentir cuando hablaba contigo que eres el centro de ese momento, que lo no hay nada más importante e interesante que lo que tú le estás trasmitiendo, que estás aportando valor e interés ¿lo has sentido? Yo sí y te aseguro que es un momento realmente poderoso. Es en ese tipo de escucha y comunicación en la que quiero modelarme.
Esa capacidad de conexión y de escucha.
Te hacen sentir bien, te hacen sentir importante, te dejan ese hueco de contribución que todos buscamos.
Eso me gustaría transmitir a las personas con las que hablo y en eso seguiré trabajando siempre.

Sara Amores
Coach Ejecutiva por la UAH, Health Coach por IIN e Instructora MBMAC