Sé que a todos nos seduce el atractivo de las soluciones rápidas y los atajos. Que levante la mano quien no quiera verse estupendo sin tener que trabajárselo. Sin embargo, la verdad se mantiene firme: en salud, los atajos no existen.
El atractivo de las soluciones rápidas a menudo nos eclipsa y no nos deja ver la importancia de trabajar por un propósito mucho más importante. Nuestro bienestar a corto, medio y largo plazo.
La historia de la dieta de la cookie
Cojo como ejemplo la dieta de la cookie o más conocida como Cookie Diet ¿la conoces? no te estoy tomando el pelo, es tal cual y tiene muchísimos seguidores.
Su inventor, el doctor Sanford Siegal, la desarrolló en su clínica de Miami. Pero estos años ha vuelto a resurgir y a ponerse de moda entre ricos y famosos.
Consiste en comer 9 galletas (por supuesto no cualquier cookie sino la que te venden) y bajar las calorías de manera drástica.
¿Es posible la pérdida de peso con esta dieta? La respuesta rápida es sí. Quien no adelgazaría con un consumo de 1.200 calorías. De hecho, algunas personas declararon una pérdida de peso significativa y una mejora de los marcadores metabólicos, atribuyendo estos cambios a la naturaleza estructurada del plan dietético y al consumo controlado de hidratos de carbono.
Seguramente el éxito marketiniano de esta dieta es que comienza por el sueño de muchos, adelgazar comiendo galletas. De hecho, yo me apunté a una de tantas dietas que he hecho que era “la dieta del bocadillo”. Pero ¿a dónde nos llevan este tipo de dietas rápidas y por supuesto atractivas?
Desaceleración del Metabolismo Basal
Cuando bajamos drásticamente nuestras calorías, el cuerpo tiende a buscar un equilibrio bajando el metabolismo basal.
El metabolismo basal es el mayor “consumidor” de la energía diaria. Para que te hagas una idea, de las calorías que tu cuerpo sea capaz de quemar el metabolismo basal se va a encargar de un 60-70% de esa quema (depende de muchos factores). También aportará a esa quema de energía lo que te muevas, el ejercicio físico o la termogénesis de los alimentos. Si bajas tu Metabolismo estás perdiendo tu mayor capacidad para quemar energía y luego subirlo es realmente complicado.
Pérdida de Masa Muscular
Una dieta muy baja en calorías puede provocar la pérdida de masa muscular, ya que el cuerpo busca fuentes alternativas de energía, especialmente si no se proporcionan suficientes proteínas. La pérdida de masa muscular no solo afecta la fuerza y la capacidad funcional, sino que también puede ralentizar el metabolismo, ya que los músculos son metabólicamente activos y contribuyen al gasto energético.
Deficiencias Nutricionales
Limitar drásticamente la variedad de alimentos y reducir las calorías puede resultar en deficiencias nutricionales. El cuerpo necesita una gama completa de nutrientes para funcionar correctamente, y una dieta baja en calorías como esta, en la que además partes de alimentarte con galletas ultraprocesadas seguramente no nos proporcionará todos los elementos esenciales. Esto nos lleva a que nuestro cuerpo no recibe los nutrientes que necesita, nuestras células no obtienen la energía necesaria, algo que a la larga nos trae problemas de salud como debilidad, fatiga, trastornos hormonales y otros.
Mindset | Resultados frente a proceso
Entiendo que nuestra cabeza se centre en el corto plazo, por ejemplo, cuando necesito estar bien para un evento, un momento del año o simplemente mejorar ligeramente para tener una mayor sensación de bienestar.
¿Está mal enfocarnos así? Mi respuesta es que buscar este sprint puede ser algo muy interesante que nos ayude a dar un primer paso, pero siempre que lo hagamos con cierta lógica y sobre todo no como una solución definitiva, es decir, siempre con un ojo puesto en lo importante. En sentirnos saludables en el largo plazo.
Hace poco hablaba con el responsable de una asociación de diabéticos s y comentamos que medicamentos como el Ozempic, era un gran estímulo para personas que necesitaban por problemas de salud bajar peso y tomarlo les ayudaba y mucho a ese estímulo inicial. Pero cuidado, esto no se debería tomar como una píldora mágica que va a hacer todo por ti, sino que debe de ir acompañando de una formación y una acción, que es el cambio de hábitos.
Si lo que queremos es llegar a un peso determinado y sólo eso, seguramente buscaremos soluciones rápidas. Voy a lo que voy.
Sin embargo, no estaremos encontrando cambios sostenibles en el estilo de vida. Y las cifras lo avalan:
Según un Estudio de la Universidad de Pennsylvania (2006): sugirió que aproximadamente el 65% de las personas que pierden peso recuperan todo el peso perdido dentro de los tres años posteriores a la pérdida inicial.
¿Qué ha ocurrido? Pues que nosotros no hemos cambiado, no hemos realizado un cambio real de estilo de vida.
Centrarse en los resultados no logra el cambio
Este enfoque, que hace hincapié en los resultados inmediatos sin tener en cuenta los pasos necesarios y las prácticas sostenibles buscando atajos, puede obstaculizar el éxito a largo plazo.
Es esencial un cambio de perspectiva para comprender que el cambio sostenible requiere un esfuerzo constante, paciencia y una visión global de nuestra salud.
Te pondré algo que he visto en muchas ocasiones ¿Qué ocurre cuando buscamos el resultado y nos estancamos en nuestros objetivos? Ya lo sabes, acabamos cansándonos del esfuerzo y tiramos todo por la borda.
De hecho, una parte fundamental de mi trabajo durante los acompañamientos es precisamente apoyar este cambio de mentalidad.
Sí reconocemos la importancia del proceso ante los resultados nos estamos enfocando en algo que controlamos y que podemos realizar una mejora gradual.
Aquí viene la parte esencial. Es crucial reconocer que la verdadera transformación proviene de abrazar el proceso, aprender de los contratiempos y comprometerse con prácticas sostenibles que favorezcan el bienestar general.
Es decir, si hablamos de salud, de tener algo que nos dure en el tiempo, no hay fórmulas mágicas ni dietas de la cookie en nuestra salud.
‘Cómo ser sostenible en cualquier cambio
Echando la vista atrás recuerdo cuando iba a diferentes sitios a hacer una “dieta para adelgazar” me daban un papelito con las indicaciones pertinentes y para casa.
Después de toda mi experiencia personal pero también profesional acompañando al cambio te diría que para lograr un cambio duradero tendremos que trabajar recursos importantes de nuestra inteligencia como:
- La voluntad
- Crear buenos hábitos.
- Dedicación
- Saber posponer la gratificación
- Tomar buenas decisiones
- Trabajar la flexibilidad inteligente, aplicar ajustes graduales que se alineen con tus objetivos y valores a largo plazo.
- Trabajar nuestra mentalidad
- Realizar cambios pequeños y manejables en tu rutina diaria.
- Trabajar la paciencia y la persistencia, reconociendo que el progreso no siempre es lineal.
- Cultivar el sentido de la resiliencia y la autocompasión que nos ayudará a mantener la motivación y el compromiso con tus objetivos, incluso cuando te enfrentes a obstáculos o tentaciones.
- Rodearte de personas que compartan tus valores y objetivos, y apóyate en ellas para recibir ánimos y rendir cuentas cuando sea necesario.
- Y también una estrategia eficaz para fomentar el cambio sostenible es establecer un sistema de apoyo que te anime y motive a lo largo de tu viaje.
Reflexión final
Como ves con todo esto es imposible pensar que hay soluciones rápidas ni atajos, al menos no cuando lo que buscamos es tener beneficios duraderos.
Pero lógicamente lo primero que tenemos que entender es qué beneficios a largo plazo buscamos y luego dedicar tiempo a nuestra salud. Que sea algo que tengamos en nuestras prioridades.
Tal vez conozcas este video que creo que su origen parte de la explicación de prioridades del gran @stephencovey.
Somos nosotros los que `ponemos nuestras prioridades, pero si llenamos nuestra vida de cosas no importantes no tendremos lugar para lo realmente importante.
El ejemplo que he elegido es sobre adelgazar, aunque después de todo esto se nos queda ya un poco corto ¿verdad? Pero como podrás imaginar lo podemos extrapolar para cualquier cambio que queramos realizar. Si hablamos de bienestar y de salud creo que es más útil y sencillo pensar en un estilo de vida.
Espero que este artículo te ayude a reflexionar en qué punto estás y dónde quieres llegar.