Hoy en día el tema de la vacunación contra el COVID-19 es una de las grandes preocupaciones de la población. Desde Gooder queremos aportar algo de luz a las dudas que puedan surgir y por eso hemos preguntado a la experta Celia Medrano Rodríguez, Doctora en Bioquímica, Biología Molecular, Biomedicina y Biotecnología, profesora de la Universidad Internacional de La Rioja e investigadora de patologías de respiratorias producidas por coronavirus y otros patógenos, experta en genética clínica y redactora científica profesional.
Preguntas frecuentes y respuestas sencillas sobre las vacunas de COVID-19
Vivimos en la era de las comunicaciones y de la transmisión de datos. La información, que hasta hace poco se consideraba la llave del poder, hoy en día está al alcance de un click. Esto ha generado una hiper-información donde se cuelan con facilidad noticias falsas y se entremezclan con las información contrastada generando ruido.
Además, estas noticias falsas suelen ser alarmistas y por este motivo son las que se transmiten con mayor rapidez y las que acaban prevaleciendo. Todo este caos de información,donde incluso se encuentran datos contradictorios, produce incertidumbre e inseguridad en la población.
El objetivo de esta publicación es esclarecer las dudas más recurrentes que se presentan entorno a las vacunas de COVID-19. La información que presento está basada en publicaciones científicas contrastadas y en mi propia experiencia con investigadora de coronavirus en la Universidad Internacional de La Rioja. El conocimiento, y no la información, es lo que nos permite actuar con serenidad ante la situación.
1.- ¿Podrían las vacunas de COVID-19 infectarme con coronavirus?
El mecanismo de acción de cualquiera de las vacunas es la generación de una respuesta inmune débil y específica contra el coronavirus. Para ello, emplean distintas formulaciones que expresan la proteína S, que es la proteína de la envuelta exterior del virus que le proporciona esa morfología tan característica y por la que ha recibido la denominación de coronavirus.
El interés por la proteína S del coronavirus se debe a que esta es la que desencadena la respuesta inmunitaria en el organismo, es decir, es la proteína antigénica (o inmunogénica) del virus. Así, la introducción en el organismo de la proteína S aislada desencadenará la misma respuesta inmune que el coronavirus pero en ausencia de este, y se generarán anticuerpos de memoria IgG específicos contra el coronavirus.
2.- ¿Por qué presento síntomas tras la vacunación de COVID-19?
Puesto que el mecanismo de acción de las vacunas es la generación de una respuesta inmunológica atenuada, es posible que algunas personas manifiesten algunos síntomas tras la vacunación.
Cabe esperar que estos síntomas sean más notorios en los grupos de riesgo con un sistema inmunológico más débil. Sin embargo, podríamos preguntarnos cómo habría sido la sintomatología de esa persona ante una infección con SARS-CoV-2 y cómo de severos son sus síntomas tras la vacuna.
3.- ¿Puedo dar positivo a un test de COVID-19 tras la vacunación?
Según el componente del virus que detecte el test diagnóstico, y teniendo en cuenta la formulación de la vacuna, podríamos obtener un resultado positivo en alguno de los test. Esto no indicaría la presencia de virus en el cuerpo, sino la composición de la vacuna o la respuesta inmunológica contra esta.
Clasificación de los test diagnósticos de COVID-19
Podemos clasificar los test diagnósticos de COVID-19 en tres grupos según qué componente del virus detecte (Imágenes obtenidas de Creative Commons).

En la siguiente figura se muestra la ventana de tiempo de positividad de los distintos tipos de test de COVID-19 ante una infección vírica con SARS-CoV-2 (izquierda) o tras la administración de una vacuna ARNm para COVID-19 (derecha). La carga viral de SARS-CoV-2 se representa en rojo y la producción de IgM e IgG por el organismo se representan en verde y azul respectivamente.

Los test de anticuerpos podrían dar positivo tras la vacunación, ya que estarán detectando la proteína S generada por acción de la vacuna o la respuesta inmunitaria desencadenada por la vacuna en ausencia de virus. Por este motivo, no se recomienda realizar estos test hasta pasados 10 días de la vacuna.
El test PCR, en cambio, no puede dar positivo por una vacuna porque no se introduce el genoma del virus completo, sino un fragmento de la proteína S. Ha habido casos de personas vacunadas que han dado positivo a un test PCR; esto será debido a la presencia de virus en el cuerpo por contagio externo ajeno a la vacuna.
4.- ¿Puedo volver a contagiarme de coronavirus estando vacunad@?
Las vacunas diseñadas en la actualidad no previenen el contagio del SARS-CoV-2, sino que producen la generación de anticuerpos de memoria IgG que se mantienen en el cuerpo por un periodo de tiempo todavía desconocido. De esta manera, el organismo está preparado para que, ante una segunda infección, esta se supere de manera moderada o incluso asintomática en un periodo de tiempo mucho más corto que en una infección sin vacuna.
En definitiva, la vacuna, al igual que el haber pasado ya la enfermedad, no evita que te contagies de nuevo.El contagio se producirá mientras haya virus circulante; y, por este motivo, es importante continuar con las medidas de protección establecidas como el uso de mascarilla, el lavado de manos, el distanciamiento social y la ventilación de las estancias.
El objetivo de la vacunación es inmunizar a la población para que podamos superar la infección vírica sin complicaciones.Además, puesto que la infección se combate en un tiempo corto, la cantidad de virus circulante irá disminuyendo paulatinamente. Esto podría derivar en lo que se denomina “inmunidad de grupo”, en el que un porcentaje tan grande de la población estará inmunizado y la cantidad de virus existente será tan baja que el resto de personas no inmunizadas estarán en cierto modo protegidos de esta manera.
Cuando se alcance esta situación se podrá comenzar aliviando las medidas de protección actuales como el uso de la mascarilla
5.- ¿Pueden las vacunas de ARNm modificar mi genoma?
Las vacunas de ARNm portan la secuencia de la proteína S en forma de ARN dentro de una micela lipídica que lo protege. Esta construcción permite que el ARNm de la vacuna entra en las células de nuestro organismo, pero no es capaz de llegar al núcleo de la célula donde se encuentra nuestro genoma. El ARNm dentro de la célula es traducido a la proteína S, la cual viaja a la membrana externa de la célula donde es reconocida por el sistema inmune del organismo y se desencadena una respuesta inmunológica específica.
Para que una vacuna modificase un genoma tendrían que darse dos condiciones sine qua non. En primer lugar, el ARN tendría que llegar al núcleo de la célula y esto no ocurre. Nuestro genoma y el ARNm de la vacuna se encuentran en compartimentos diferentes separados físicamente dentro de la célula sin llegar a encontrarse. En segundo lugar, el ARN tendría que integrarse dentro de nuestro genoma. Para ello, el ARNm de la vacuna debería llevar otras secuencias adicionales que permitiesen la integración y esas secuencias no se encuentran en el diseño de las vacunas.
Más información en:https://theconversation.com/puede-la-vacuna-de-la-covid-19-infectarme-con-coronavirus-154664