Cuando comenzamos un nuevo año, es una práctica habitual hacernos una lista de nuevos propósitos. Esta costumbre tan extendida, se remonta a hace 4000 años en la antigua Babilonia y su celebración no era en Enero sino en Marzo con la entrada de la primavera porque lo consideraban un nuevo renacer. Fueron los romanos los que comenzaron a establecer enero como el principio del año, y hasta el calendario Gregoriano en 1582 no fue una fiesta oficial en los países cristianos.
Lo que sí es conocido es que, tanto babilonios como romanos, ya tenían la tradición de realizar sus propósitos de año nuevo y de ahí la tradición viene hasta nuestros días.
Este año todavía no hay encuesta oficial y suponemos que después de irrumpir el Covid-19 en nuestras vidas, habrá resultados muy diferentes. Si tomamos la encuesta de Ipsos que se realiza en Estados Unidos y es una de las más significativas, en el año 2020, el 51% de los encuestados declaraban que su propósito era que querían ser más saludables, el 42% perder peso y el 51% tiene un propósito de finanzas personales como ahorra dinero, comprar una casa o pagar una deuda.
Pero, ¿qué ocurre con todos esos nuevos propósitos?
Lo más normal es que, si hemos empezado a hacer algo, al mes o a los dos meses se nos haya olvidado. De esta forma llegamos al siguiente año, casi los mismos propósitos y esta vez dices…”Sara venga, que este año sí que sí.”
Nos encantaría que cuando estés leyendo este post sigas trabajando tus propósitos, pero si no es así, tal vez este documento sea una buena forma de tener pasos concretos, retomarlos y alcanzarlos.
¿Cómo trabajar de manera práctica los propósitos?
En primer lugar, debemos tener claro que es algo que queremos trabajar, no tan sólo un deseo. Los deseos vienen de los sentimientos y de nuestro sistema de creencias por lo que normalmente buscan más el corto plazo. Sin embargo, cuando queremos algo, cuando realmente lo queremos, suele estar relacionado con el largo plazo. En ese momento entra la voluntad y con ella los medios necesarios para alcanzarlo. Como dice el Dr. Rojas Marcos, “la voluntad es un trabajo de artesanía psicológica, de negociaciones pequeñas”. Con la voluntad alcanzaremos realmente el destino dónde queramos llegar.
En segundo lugar, escribirlos de una manera concreta ¿qué es exactamente lo que quieres alcanzar?¿cómo sabrás que lo has alcanzado? Aquí dos consejos:
- Prioriza y elije uno. Tendrás muchas más posibilidades de lograrlo que si te pones tan sólo uno más. Un paso después de otro.
- Sé lo más concret@ que puedas. Decir quiero hacer ejercicio es lanzar una moneda al aire. Tendrías que ser mucho más preciso en tu definición. Quiero hacer un mínimo 3 días en semana de deporte. Esto es mucho más concreto y te ayudará a saber contestar la siguiente pregunta ¿Cómo sabrás que lo has logrado? En este caso imagínate que es cuando lleve tres meses siendo constante en tu propósito de hacerlo 3 días en semana. Concreción.
Vamos con el tercer paso. Ahora que ya sabes cuál es tu destino, olvídate de él y basándote en la filosofía Kaizen de mejora continua, empieza con pasos pequeños, pero cuando decimos pequeños, son verdaderamente pequeños, que te parezcan casi hasta ridículos. Aunque te parezca mentira, el objetivo con este paso es que cumplas con tu propósito a largo plazo. No tengas prisa. Volviendo a nuestro ejemplo, llevas un montón de años sin hacer deporte, no quieras hacerlo todo en dos meses.
Conexiones cerebrales para el éxito
Lo primero que tenemos que establecer son las conexiones en el cerebro que digan que tú esta vez sí puedes, que lo estás logrando. Y que además te veas como alguien que tiene ese espacio para su propósito. Por ejemplo, ponte 3 días en semana 15 minutos caminar a un ritmo ligero ¿crees que puedes lograrlo? Seguro que sí está al alcance de tu mano. Por supuesto podrás ir revisando y valorando si es el momento de poner más alto tu listón, pero siempre y cuando vayas consolidando y te lo vaya pidiendo el cuerpo. Poco a poco.
Espacio en tu agenda
Y esto nos lleva al cuarto paso y es bajarlo todavía más. Cuando quieres lograr algo sí o sí, le tienes que dar espacio en tu agenda y nuestro consejo es que bloquees los días o el tiempo que te hayas marcado. A partir de ese momento tu compromiso con ese propósito, será a fuego. Este también es uno de los motivos por los que te decimos que sean pasos pequeños, para que no haya obstáculos.
Premia tus pequeños logros
Y un último y quinto paso muy importante es: premiarnos. Busca tus premios, que no necesariamente tienen que ser premios grandes, complicados o caros. Nos llegan mucho más los premios que nos acarician el alma. Puntualiza en qué momento te los vas a dar. Por ejemplo, cuando lleves dos semanas cumpliendo tu objetivo y no te olvides nunca de reconocer cada día tus pequeños logros, tus pequeñas victorias.
Una apreciación importante, pon mucha atención a esos momentos en los que dices, bueno, hoy no he hecho el deporte que quería, pero no pasa nada. Ojo con estos permisos que pueden estar llevándonos por el camino de abandonar nuestro objetivo. Y no queremos decir con esto que no tengas flexibilidad, pero una flexibilidad inteligente con la que siempre trabajamos en Gooder, en la que eres tú el que eliges conociendo muy bien las intenciones y siempre siendo muy honesto contigo mismo.
Podríamos estar hablando de mil cosas más, en cuanto a los hábitos, pero ya sabes que a veces menos es más y por eso aquí tienes cinco pasos muy claros para lograrlo.
Elige un propósito y llévalo a tierra
Déjanos que te demos la visión global con nuestro ejemplo.
- De todos tus propósitos iniciales para este año como el de adelgazar, comprarte una nueva casa o hacer deporte, te quedas con el de hacer deporte.
- Lo concretas en: Quiero hacer 3 días en semana deporte
- Comenzaré con 15 minutos diarios caminando muy ligero bien en casa o en la calle.
- Serán los lunes, miércoles y viernes a las 18,30h nada más llegar del trabajo que lo primero que haré será ponerme las mallas y las zapatillas.
- Definirás tus premios:
- Cada día para celebrar que hoy también he trabajado en mi propósito me escucharé volviendo a casa mi canción favorita “can´t take my eyes off you”
- Cuando lleve dos semanas me compraré el último libro de… que me apasiona.
- Y cuando lleve tres meses iré al musical…
Dos consejos prácticos más:
- apóyate con un sencillo calendario de objetivos donde vayas tachando en rojo los días logrados.
- Busca alguien con quién compartir tus progresos
Este es el camino que te proponemos en Gooder, si trabajas así tu propósito, el año que viene lo tendrás muy consolidado e iremos a por el siguiente.
Sara Amores
Coach Ejecutiva por la UAH, Health Coach por IIN e Instructora MBMAC