La obesidad infantil en España, y en el mundo, es un problema de salud pública que ha ido en aumento en los últimos años. Según el último estudio Aladino 2019 que presentó el Ministerio de Consumo y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), el 40,6 % de los escolares de entre 6 y 9 años tiene exceso de peso. No sólo estamos a la cabeza de los países europeos en este aspecto, sino que esta cifra se ha triplicado desde 1975. ¿Y qué nos depara el futuro? Pues tampoco son muy buenas sus estimaciones ya que según la Organización Mundial de la Salud el sobrepeso y la obesidad seguirán aumentando, duplicándose la cifra actual para el 2030. Así que tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos.
La causa de esta la obesidad
La obesidad es un problema multifactorial en el que incluyen factores genéticos, ambientales y de estilo de vida y sobre el que los padres podemos hacer cambios para revertir la situación. Puesto que la obesidad, además de graves problemas para la salud presente y futura de nuestros hijos, también conlleva problemas emocionales y sociales. La obesidad infantil puede llevar al aislamiento social debido a la baja autoestima y la falta de confianza en sí mismos que pueden experimentar los niños obesos.
Principales factores de obesidad infantil
- la falta de actividad física
- el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas y azúcares,
- el sedentarismo y la falta de sueño.
Uno de los factores que afecta de manera trasversal a estos 3 parámetros, tanto a niños como adolescentes, es el uso excesivo de pantallas (televisión, computadora, teléfonos inteligentes, tabletas, videojuegos, etc.). Los niños y adolescentes que pasan más tiempo frente a una pantalla tienen más probabilidad de tener sobrepeso u obesidad que los que limitan su tiempo de pantalla. Estar delante de la pantalla les lleva a dedicar menos tiempo para la actividad física, además mientras están jugando suelen comer alimentos menos saludables (tipo snacks o bebidas azucaradas) y este comportamiento también está relacionado con problemas de sueño, atención, problemas emocionales y sociales.
Según un estudio de 2020 realizado por la Fundación Mapfre en España, un niño entre 6 y 12 años pasa una media de 3 horas al día frente a una pantalla y los adolescentes entre 14 y 18 años pasan una media de 6 horas. Por tanto, si llega sobre las 17,30 h. del colegio, y seguramente tiene que hacer algo de deberes pues como es lógico, poco tiempo le quedará para hacer más cosas.
Otro aspecto que es interesante conocer, es que hay evidencia que sugiere que el círculo de amistades de un niño puede tener un impacto en su riesgo de desarrollar obesidad. Ya que los niños tienden a imitar los comportamientos de sus amigos. Por lo tanto, es importante que los padres y cuidadores fomenten amistades saludables para sus hijos
¿Qué podemos hacer como padres?
Ya sea por prevención o porque uno de tus hijos está en esa situación, hay muchas acciones que nos ayudarán a cambiar esta tendencia.
Nuestro consejo es que:
- Expliques a tu hij@ ¿para qué le propones ese cambio? Explícale las cifras, adáptalas a su lenguaje. Explícale que tu papel como padre/madre es cuidar de su salud, que le ayudará a tener toda la energía que necesita. Empatiza con tu hijo y por supuesto no juzgamos a nuestro hijo por su situación actual, evita culpabilizar y hacer bromas. Te puedes imaginar el efecto que tiene esto tan desastroso para el cambio. Tú estás ahí para ayudar en este proceso.
- Hazle partícipe de su cambio. A todos nos cuesta cambiar, niños, adultos y más si el cambio es impuesto. Por eso es importante que le hagas partícipe, que el sienta que es parte de su cambio. Por tanto, si son varios aspectos los que tenemos que cambiar que él elija uno.
- Ve poco a poco, consolida y aplaude. No le pidas que cambie de la mañana a la noche. Vete acordando un pequeño cambio. Lo más pequeño posible. Lo importante es que hagas un buen seguimiento para que se pueda ir consolidando. Esto es lo que más puede costar. Y sobre todo reconoce su trabajo y sus avances.
- Sé un ejemplo para tu hijo. Seguro que hay algo que tú también puedes cambiar, mejorar, modificar. En Gooder nos encanta la responsabilidad individual y es un concepto maravilloso que podemos ir inculcando a nuestros hijos. ¿Qué tal si también le haces partícipe tu decisión y de tus avances? Por ejemplo, igual quieres hacer más ejercicio y te fijas realizar 3 días en semana. Comparte cómo vas con tu hijo, cuéntale tus emociones o cómo superas tus barreras.
¿Qué acciones puedes plantear a tu hijo para que sea más saludable?
Aquí te dejamos 10 recomendaciones, pero seguro que hay muchas más:
- Realizar un desayuno/merienda con comida real.
- Limitar azúcares, chucherías, bollería, snacks.
- Introducir más verdura y frutas.
- Aprender a cocinar comida saludable o que te ayude a hacerlo.
- Preparar la planificación de las comidas juntos.
- Ir andando al colegio.
- Hacer más ejercicio. Te puedes plantear también hacer deporte en familia.
- Hacer más actividades al aire libre. Salir a pasear por el campo, deportes al aire libre.
- Limitar el tiempo de pantalla.
- Mejorar el hábito del descanso. No pantallas antes de dormir, cenar 3 horas antes de ir a la cama.
Cada familia es diferente y lo importante es encontrar una rutina que funcione para la tuya. Recuerda que los niños tienen mucha percepción y se dan cuenta de todo, son nuestros mejores maestros. Acompaña en este camino, reconoce sus avances y no le hagas hacer algo que tú no serías capaz de hacer.
Sara Amores
Coach Ejecutiva por la UAH, Health Coach por IIN e Instructora MBMAC