Aviso antes de empezar, este post está lleno de responsabilidad individual. Así que, si prefieres no tenerla, mejor no sigas. Y es que querer adelgazar está muy lejos de querer estar delgado. ¿A qué nos referimos?
Quiero estar delgad@
Cuando alguien quiere estar delgado está buscando un ideal en su cabeza. Ves una foto de una modelo o a tu amiga “la estupenda” y quieres estar como ella. Te gustaría cerrar los ojos y volverlos a abrir … y ya está, como por arte de magia y sin mayor esfuerzo. Y entonces te pones a buscar esas “dietas” milagro o te apuntas a un gimnasio al que nunca vas. Y sabes lo que ocurre con esto ¿verdad?, pues que la ilusión y la fuerza, como viene, se va. Y de nuevo en la casilla de salida. Y es que nuestras motivaciones no son lo suficientemente fuertes.
Quiero adelgazar
Veamos ahora la diferencia a cuando decimos “quiero adelgazar”. En esa frase ya hay implícito un esfuerzo, una disposición a trabajarlo, a llegar a una meta que sabes que pasa por cambiar cosas por tu parte. Estás dispuesto a trabajar el camino y no a buscar atajos.
Vivimos en un mundo donde prima la inmediatez, donde cualquier cosa que quieras, o casi cualquier cosa, la tienes a golpe de clic y más o menos tienes que esperar a que te llegue….¡un día!. Y claro estas expectativas nos llevan a ir expandiendo la honda de la inmediatez a muchas facetas de nuestra vida. La consecuencia es que estamos perdiendo la cultura del esfuerzo a pasos agigantados. Ese maravilloso esfuerzo que nos ayudó a sobrevivir como especie, que nos hace posible alcanzar las metas a largo plazo, que nos ayuda a vencer los obstáculos de la vida y por supuesto que nos ha ayudado a avanzar hasta nuestros días.
Cuando hablamos del esfuerzo, éste va siempre acompañado de fuerza de voluntad, de motivación, de formación, de hábitos y de constancia.
Hace tiempo, desesperada de hacer una dieta detrás de otra, fui a un médico internista para entender qué me hacía llegar siempre al mismo punto de sobrepeso. Y como soy muy fan de ser sincera con mis intenciones, lo que realmente quería es que me dijera que algo no funcionaba bien, me diera una pastillita y ¡Bingo!, a partir de ese momento funcionaría todo a la perfección y sería delgada.
¿Y qué me encontré? Pues como diría Rafael El Gallo: hay “gente pa tó” y si bien hay grandísimos profesionales dentro del ámbito médico, me topé con una persona que, sin valorar ni mi estado emocional ni mis miedos, me dijo “Señora, usted es gorda y será gorda toda su vida”. Fin de la cita…creo que todavía sueño con este momento.
Dejando la anécdota aparte, estoy segura de que lo que me quería decir es “si sigues con los hábitos que tienes, comiendo lo que comes, con estrés, sin hacer ejercicio…no puedes estar de otra manera que con sobrepeso”. Y eso si que estoy 100% de acuerdo.
Adelgazar depende de tus hábitos
Pero es que ¿podemos realmente hacer algo? O todo esto es culpa de la genética. Pongámoslo en perspectiva, según el Dr. Torres Collado, presidente de la AEMN, mantener tu salud depende en un 5% del ambiente, un 25% de nuestra genética y un 70% de nuestros hábitos. Así que como verás hay mucho que está en nuestra mano y es factible absolutamente.
Y aquí llega la segunda parte y para mí la que ha sido la más difícil. No se trata de hacer un esfuerzo sólo durante una temporada. Se trata de asumir que tendré que trabajar en mi salud cada día. Que esto no es un principio y un fin. Vamos, un proceso de aceptación en toda regla. Proceso que a mí me ha llevado mucho tiempo.
Evidentemente lo que buscaba antes es ser parte de ese 10% de la población que tiene un gran facilidad para mantenerse en su peso estando saludables y sin mucho esfuerzo. Esas personas en las que parece que todo fluye en su interior de manera organizada. Pero resultó no ser el caso.
Ya acepté hace tiempo que, si quiero sentirme bien todos los días, debo tener foco en mi salud. Y es aquí donde están los que se mantienen en su peso saludable, los que “se lo curran” y donde yo me encuentro. Ahora, tomo las mejores decisiones para comer saludable en cada momento, hago ejercicio de manera regular, tengo una vida activa, medito, descanso y sigo trabajando la parte de gestionar mis pensamientos para que me ayuden en mi vida. Ah¡¡ y a veces me voy del camino, pero retomo en seguida.
Por tanto, para mí el gran paso es saber que esto formará parte de tu día a día y para siempre.
Trabaja tus hábitos. SI SE PUEDE.
Y ahora varias buenas noticias:
- La fuerza de voluntad es un hábito que se trabaja y que cada vez te hace sentir más fuerte y más libre.
- A medida que automatizas un hábitos, cuesta mucho menos.
- Una vez aceptas el reto, queda la parte más bonita. La tranquilidad y el crecimiento a través del aprendizaje.
- Y un último apunte que yo veía imposible. Le llegas a coger cariño al ejercicio, aunque nunca hayas sido de hacerlo 😉
Hace años que cogí el testigo de la responsabilidad individual de mi salud y os diré que no me he sentido más contenta, con energía y fuerte en mi vida. Ahora me siento una persona saludable y “todos los días trabajo en mi salud”. Me encantaría contárselo a ese médico que os decía antes, para que dé esperanzas a todo aquel que vaya con la misma preocupación que yo fui y les diga que una vez conoces el camino SI SE PUEDE.
Tras años de experiencia y trabajar con cientos de personas, Gooder ha creado el programa Gooderfit: «Programa intensivo de tres meses para adelgazar de forma saludable».
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Sara Amores
Coach Ejecutiva por la UAH, Health Coach por IIN e Instructora MBMAC