A lo largo de la «Evolución» hemos ido alejándonos de nuestro origen. El hombre del presente vive en un conflicto continuo entre un ambiente moderno de “ciencia ficción” (abundancia de comida, confort y excesiva higiene )y una genética que corresponde a la Edad de Piedra que no ha cambiado.
Nuestros sistemas psico, neuro, endocrino, inmune y metabólicos están diseñados para garantizar la supervivencia de un hombre que se enfrentaba a desafíos únicos, agudos y básicos como el hambre, la sed, el frío, las infecciones y la violencia.
Diseño Primitivo
Estamos diseñados para pensar en el aquí y ahora, para comer a los sumo dos veces y en ocasiones ninguna vez al día (además cuando comían era el pescado, la carne o los frutos que recogían), para pasar sed y beber agua de los ríos (cuando los encontraban), para combatir los patógenos con una fiebre, descansando y ayunando, para escapar corriendo y con movimientos ágiles cuando nuestra vida estaba en peligro por un león, para llevar cargas (cuando se trasladaban), para vivir en familia sintiéndonos parte, protegidos y con un rol.
Para poder sobrevivir cuando las situaciones eran extremas, estos sistemas desarrollaron programas potentes de puesta a disposición y de ahorro de energía (hormonas insulina, leptina), de puesta a disposición y de ahorro de sodio y agua (hormona antidiurética), de activación de mecanismos de lucha /huida con la presencia de la hormona del estrés y de las catecolaminas (cortisol, adrenalina y noradrenalina) que nos salvaban la vida.
Entorno sin estímulos
Hoy en día, y manteniendo nuestro diseño primitivo, las condiciones ambientales y de estilo de vida distan sobre manera. La mayor parte del día la pasamos sentados, comemos más de 5 o 6 veces al día abusando de hidratos refinados, azúcares y grasas trans y otros alimentos que nos cuesta digerir y nuestro sistema inmune no reconoce, bebemos a sorbos, la temperatura y la luz es a medias y siempre la misma y artificial (termostato, calefacción, A/C), los medicamentos “resuelven” la infección, la higiene alrededor es extrema, nos sentimos solos y nuestros problemas son más los derivados de nuestras emociones y angustias por el más allá y el tener qué. Nuestros desafíos han dejado de ser el hambre, el frío, la sed y las infecciones, para vivir crónicamente en estado angustia emocional, social, y exposición medioambiental y nutricional tóxica contra los que utilizamos los mismos potentes sistemas de respuesta. Nos faltan los estímulos que nuestros genes reconocen para poder restablecer su función, maximizar su capacidad de adaptación y hacernos más fuertes.
No parece raro pensar que si el coche está diseñado para gasolina y hacer carreras, si lo llevamos al tran tran pero sin apagarlo y le damos diésel el resultado sea nefasto: síndrome metabólico, disbiosis intestinal, depresión, obesidad, sobre peso, enfermedades cardio y cerebro vasculares, neurodegeneración, cáncer….Y si nos replanteamos el Neolítico como la “nueva tendencia”?.”Para volver a ser lo que éramos: fuertes, activos y sanos tendríamos que volver a nuestro origen”.
Tecnología punta Neolítica
Basada en:
- Gestión del Estrés gracias a mantener el foco en el “Aquí y Ahora” con prácticas de Yoga, Meditación/ Respiración, manejo de creencias limitantes y trabajo de nuestra mente para ganar control sobre emociones negativas, prácticas de alimentación consciente que nos hagan reconectar con sensaciones físicas de hambre y saciedad distinguiendo cuando el detonante al comer es el hambre emocional
- Alimentación antiinflamatoria evitando alimentos muy procesados y priorizando los de alta densidad nutricional, baja carga glucémica, aporte importante de antioxidantes con frutas y verduras de temporada y proximidad , que garanticen el equilibrio grasas esenciales omega3/omga6 y con suficiente carga de prebióticos y probióticos para una equilibrada y potente microbiota intestinal
- Ejercicio efectivo: que teniendo como base una espíritu de vida activa y en movimiento en general (Non exercise activity thermogenesis) incorpore la Fuerza y la Intensidad (HIIT)
- Descanso sin interrupciones respetando las horas de luz y de oscuridad con el que podamos reajustando nuestro ritmo biológico interno gracias a volver a sincronizar el funcionamiento de nuestros ejes hormonales con sus propios ritmos circadianos.
Con Gooder y nuestro Programa 5 Retos planteamos la “vuelta al origen” trabajando la alimentación antiinflamatoria, reconectando con las sensaciones del hambre y la saciedad gracias a la alimentación consciente y el ayuno intermitente, con practicas que estimulan nuestro sistema parasimpático para gestionar nuestro estrés y facilitan nuestro descanso y con una propuesta factible de ejercicio efectivo en el entorno de una filosofía de vida activa.
Somos conscientes de que salir de nuestras costumbres y adquirir otras no es fácil (costumbre es también buscar soluciones fáciles y rápidas con interminables dietas) y nuestro Método incluye herramientas de coaching para el acompañamiento individual y en grupo que facilitan gestionar los momentos difíciles de este camino clave para conseguir el objetivo de alcanzar un yo saludable sostenido.
Sofía Recacoechea
Coach Ontológico, Health Coach por IIN, Instructora MBMAC y Dietista