Nos encantará que experimentes este ejercicio. 

La idea es que te pongas en el plato la misma cantidad de siempre (no consiste en poner mucha más cantidad) a partir de ahí te proponemos que te dejes algo. No vale que sea algo que no te guste o desperdicios. Que sea algo que te comerías a gusto.

• ¿Qué pensamientos te genera?
• ¿tienes resistencias?
• ¿qué grado de saciedad tienes en ese momento?

Sabemos que muchos de nosotros estamos educados para comernos «todo lo que ponemos en el plato» y también hemos crecido con que no se puede tirar nada. Bueno, para este ejercicio, que será tan sólo unos días, queremos que te saltes esto y aprendas de lo que experimentes.

Luego nuestro consejo es que adaptes tu ración a lo que realmente te vas a comer… o tal vez te sacies antes 😉