La base de la Alimentación Consciente
Todos nuestros programas tienen introducida la práctica del Mindful eating. Creemos que tan importante es saber qué comemos como entender las emociones y los pensamientos que están implicados en nuestra manera de relacionarnos con la comida.
A continuación, verás los conceptos más importantes.
QUE ES LA ALIMENTACION EMOCIONAL
Es una relación, una asociación que se establece entre las emociones y la alimentación
Puede ser bidireccional o unidireccional. Hay una secuencia entre lo que yo pienso y siento y lo que como. Un pensamiento o una sensación nos pueden llevar a elegir determinados alimentos o productos en determinados momentos. Pero es que a su vez esa elección de alimentos que yo hago va a tener una consecuencia sobre mis pensamientos y mis emociones. De manera que se establece una especie de circulo entre lo que pienso, siento y como.
Todos comemos emocionalmente. Nuestras emociones se encuentran vinculadas con nuestra conducta alimentaria y no se trata de eliminarlas sino de no usar la comida para gestionarlas. Puedo disfrutar de un dulce y sentirte bien al comértelo. No pasa nada. Pero si cada vez que te sientes mal, el recurso para gestionarlo es ese dulce entonces sí estará reflejando una dificultad o no haber aprendido otras formas que son necesarias, equilibradas y saludables para llegar a sentirte bien.
POR QUE DE LA ALIMENTACION EMOCIONAL A NIVEL NEUROLÓGICO
La asociación entre las emociones y la alimentación lo sustenta un mecanismo que tenemos y es el sistema de recompensa formado por las áreas ventral tegmental o VTA (donde se libera la dopamina) núcleo accumbens, corteza prefrontal e hipotálamo lateral que en el cerebro funcionan perfectamente integradas. La información que reciben estas áreas a través de la comida genera una respuesta que suele ser placentera, sobre todo con ciertos alimentos, que está mediada por un neurotransmisor principal que es la dopamina y otros como la serotonina.
Tanto la dopamina como la serotonina son hormonas que están asociadas a la sensación de placer y bienestar. Cuando el nivel de estas hormonas es alto la sensación es de placer.
Este sistema de recompensa se generó a nivel neurofisiológico como un sistema de supervivencia para mantener la evolución de la especie. Lo que hace es que, ante determinadas situaciones que a mi me van a ayudar a mantener la especie, a priori, se genera una sensación de bienestar para que yo repita esa situación.
En todos los animales, incluido el ser humano, el dispositivo básico del control del hambre y saciedad residen en el cerebro, más concretamente en el hipotálamo.
- El estómago vacío estimula la cascada de neuronas que desencadenan la necesidad imperiosa de ingerir alimentos en el centro del hambre.
- El consumo de alimento y la elevación del azúcar en sangre estimulan el centro de saciedad mediando entonces para dar la señal neurotransmisores como la serotonina que transmiten placer y saciedad.
Existe entonces una activación del sistema de recompensa a nivel alimentario. Y este reacciona más ante alimentos ricos en grasas, azúcares y sal.
Hay estudios que muestran los cerebros de personas que han estado inducidos a la adicción de drogas como cocaína y a la ingesta alta de azucares y se veía que las áreas activadas cerebrales eran muy parecidas. Esto va a provocar a la larga más tolerancia y más ingesta. Cuando yo activo el sistema de recompensa con azúcar cada vez necesito más cantidades para conseguir el mismo efecto porque mi nivel de tolerancia va a aumentar y esto causa mas dependencia. Como consecuencia, al igual que con otras drogas, cada vez se necesita consumir más cantidad de azúcar provocando no sólo ansiedad sino depresión al dejar de consumirla.
En el caso del azúcar además el sistema de recompensa se activa no solo por la molécula en si del azúcar, sino que se activa también por la activación de los receptores del sabor dulce que tenemos en la lengua en el sistema gustativo. Cuando percibo un sabor dulce en la boca, aunque no haya moléculas de sacarosa ni glucosa, se va a activar también el sistema de recompensa. Es el sabor dulce el que lo genera incluso más por el poder endulzante.
Aquí tienes una explicación de cómo actúa nuestro cuerpo cuando comemos mal y con emociones, pero si quieres seguir profundizando..