Hoy en día tenemos una gran facilidad para disponer de cualquier alimento y en la cantidad que queramos. Tan fácil lo tenemos que muchas veces no somos capaces de «disfrutar y apreciar» lo que tenemos en el plato. 

Comer es un placer que muchas veces no le damos el espacio y el foco necesario. 

En este ejercicio te proponemos que durante una comida tengas un momento «slow life» y pongas todo tu foco en el alimento que tienes en el plato.

Para, observa, respira mirando tu plato. Hazlo como si fueras un marciano que es la primera vez que ve eso que tienes delante. Tómate tu tiempo…ahora coge con el tenedor o la cuchara un «bocado». Vuelve a observar, huélelo y mételo en tu boca despacio.
Ahora cómetelo como si fuera la primera y última vez que lo vas a hacer. Saca todos los matices de ese bocado. Dale espacio, foco y tiempo.

¿Te animas a seguir así?

¿Qué ideas te llevas de este ejercicio?

Seguro que ya habías comido ese alimento ¿Te ha sabido igual?¿Has sacado alguna sensación nueva?