Alimentación Consciente | Practica el Hygge
En esta ocasión os vamos a proponer varios ejercicios en torno a este concepto tan conocido por nuestros vecinos daneses que es el Hygge.
¿Pero, qué es “Hygge”?
Hygge es el arte de disfrutar de las cosas sencillas. El hygge (pronunciado « jiuga») es un atributo de la presencia y una experiencia de unión. Es sentirse
acogido, seguro, cómodo y protegido.
La práctica del hygge invita a la intimidad y a la conexión. Es un sentimiento de compromiso y vinculación, de pertenencia al momento y a quienes nos rodean. Hygge es una sensación de abundancia y contento. El hygge invita a ser, no a tener.
- El Hygge es ser amable con uno mismo, darse un capricho y otorgando a los demás y a ti mismo un descanso de las exigencias de la vida sana.
- El hygge consiste en apreciar los pequeños placeres de la vida y se puede lograr con muy poco dinero.
- El Hygge es una situación en la que puedes estar completamente relajado y ser tú mismo. Es el arte de ampliar tu zona de confort incluyendo a otras personas.
No pensemos que es alguna nueva corriente, se trata de una práctica tan antigua como sentarse frente a la chimenea o quedar a comer con un amigo.
¿Y cómo funciona?
En el cerebro anterior basal existe algo llamado núcleo accumbens. Forma parte del sistema de recompensa del cerebro y tiene un papel destacado en la motivación, el placer y el refuerzo. Al igual que todos los demás vertebrados, poseemos este sistema porque es importante que sintamos placer al hacer cosas como comer y practicar sexo, ya que estas son vitales para la supervivencia de nuestra especie.
Al hacer algo que se considera gratificante, se libera una sustancia química en el cerebro y se activa la señal de la dopamina. Cerca del núcleo accumbens hay un área llamada área tegmental ventral, desde la cual se libera la dopamina en situaciones de recompensa. Cuando la dopamina se transfiere de las fibras nerviosas a los receptores en diferentes partes del cerebro, se experimenta placer. Los recuerdos de un acto placentero se almacenan en la corteza cerebral para que no los olvidemos. Puede sonar extraño, pero, en cierto modo, se podría decir que el cerebro crea adicciones para garantizar nuestra supervivencia.
¿Y cómo influye esto en mi manera de comer?
Al nacer, lo primero que probamos es la dulce leche materna. Que nos gusten los alimentos dulces, pues, es beneficioso para nuestra supervivencia y es por eso que experimentamos alegría al comer pasteles y otras cosas azucaradas, y por lo que nos resulta difícil parar de hacerlo. Nuestro cuerpo nos ha enseñado a seguir haciendo cosas que se premian. Lo mismo ocurre con la grasa y la sal.
En resumen, asociamos cierto tipo de alimentos a la sensación de placer, lo que nos hace querer más. El hygge es algo que se supone que es bueno para ti y te hace sentir bien, y eso significa que, si quieres comer trata, pues comes tarta. Pero, al mismo tiempo, hay que saber cuándo parar. No es muy hyggelight tener dolor de barriga.
¿Cómo “premiarme” de manera hygge?
Relaciona las compras con buenas experiencias. Yo había ahorrado dinero para una nueva butaca preferida, pero esperé a haber publicado mi primer libro para comprarla. De este modo, la silla me recuera a algo que fue un logro importante para mí. Podemos aplicar lo mismo a ese suéter especial o a aquel par de bonitos calcetines de lana. Ahorra para comprarlos, pero espera a tener una experiencia realmente hyggeling: lo bonito es que te la recuerden cada vez que te los pongas.
HYGGE La felicidad en las pequeñas cosas Meik Wiking Ed.Planeta 2017 ISBN 978-84-480-2295-2 Link a las bibliotecas de Barcelona
Da igual el plato que vayas a cocinar. Lo primero que te pedimos es que pongas todos los ingredientes sin cocinar encima de la encimera. Observa cada uno de los ingredientes, sus colores, sus oleres, testuras, tamaños, etc.
Fíjate la combinación del conjunto.
Cuando tengas que manipularlos (pelarlos, cortarlos, lavarlos…) vete siendo consciente de cada paso que das. Si los lavas incluso de la sensación del agua en tus manos, cómo es tocar ese alimento, su dureza, si es terso o rugoso…
Cuando comiences a cocinar el alimento fíjate en el cambio de colores, testura.. pon especial atención en los olores y cómo se van combinando entre ellos.
Finalmente observa el resultado final, por separado y en conjunto.
Ejercicio 1: Practica el Hygge. Tu mesa romántica
Te invitamos a que prepares un momento romántico. Viste tu mesa con detalle (mantel, vajilla bonita, servilletas, flores, velas…), pon tu música favorita y disfruta del momento con una buena conversación si lo haces en compañía o simplemente apreciando y agradeciendo el momento presente.
Ejercicio 2: Crea, busca, descubre
Este ejercicio lo puedes realizar con el anterior o en otra ocasión. Te proponemos que busques un alimento nuevo, que no hayas probado antes (puede ser también combinar una nueva especia que cambie el sabor de tu plato).
Busca una buena receta y descubre todas las tonalidades del sabor.
Además, para poder apreciar de una manera muy especial este ejercicio, te aconsejamos que leas nuestro blog, la mente del principiante, escrito por Rosa Pérez, intrusctora de Mindfullnes.