«Chute» de reafirmación en lo que estás haciendo

Con las “dietas” en general no se modifican hábitos alimentarios por lo que cuando la persona deja la dieta, vuelve a sus antiguos hábitos.

En Gooder promovemos un estilo de vida que puedas interiorizar y que pase a ser parte de ti y te resulte difícil abandonar.

Con las dietas tradicionales, que restringen ciertos nutrientes, abogan por una ingesta baja en calorías y una pérdida de peso excesivamente rápida, en muchos casos suele ser a expensas de líquidos y masa muscular.

¿Por qué ocurre esto?

  • Cuando tenemos un exceso de “azúcar” en sangre, la insulina la retira y la deposita en el hígado en parte como reserva. Esto se llama glucógeno.
  • Cuando estamos con una dieta muy estricta, el cuerpo recurre en primer lugar a este glucógeno. Durante este proceso libera gran cantidad de agua que elimina vía renal.
  • A continuación, tira de las proteínas del músculo, destruyendo masa muscular. El músculo contiene gran cantidad de agua y la pérdida de peso se produce en su mayoría por más eliminación de agua, minerales y las sustancias de desecho que se producen durante el metabolismo de esas proteínas y es cuando ha pasado algo más de tiempo que comienza a consumir sus reservas de grasa.

Casi cualquier dieta restrictiva e hipocalórica tiene un efecto de pérdida de peso por este motivo durante las primeras semanas, que después, rápidamente se recupera en cuanto se rehidratan los tejidos, en cuanto vuelves a tu vida “normal”, la que siempre has tenido y en la que nada ha variado.

Si continuaras con esa restricción de calorías y falta de nutrientes (dieta hiperproteica, dieta de la alcachofa, dieta diurética…) el cuerpo comienza a retener líquidos, convierte más calorías en grasa y reduce la velocidad del metabolismo (capacidad de transformar lo que ingieres en energía útil) para no gastar y garantizar su supervivencia.

¿Entonces, qué es lo que hay que hacer?

Para perder peso es mucho más efectivo estimular el metabolismo.

Esto se consigue:

  • ingiriendo las calorías necesarias (el simple hecho de comer gasta energía), con una proporción y calidad grasa/HC/proteína (hay una ley de mínimos para funcionar) adecuada que asegure el equilibrio de la glucosa en la sangre y de la hormona de la insulina
  • y aumentando tu masa muscular (el músculo para mantenerse y aumentar demanda energía)

Incluso llevando unas pautas saludables de alimentación llegaría un momento en el que el peso no variaría.

A medida que pierdes peso, de manera natural el metabolismo basal (el necesario para simplemente vivir) se reduce: Pesas menos y para hacerte funcionar se necesita menos combustible. Y el cuerpo se acomoda, busca con el tiempo su manera de sobrevivir sin gastar más.

Necesitas estimular el metabolismo y hacerlo reaccionar con actividad física: ejercicio y aumento de masa muscular

Es posible, y sobre todo en un principio, que peses más. El músculo pesa más que tu grasa.

El músculo, aún en reposo, necesita combustible. Si aumentas tu masa muscular aumentará tu consumo de calorías en reposo.

Para que ocurra esto es imprescindible la actividad física. En Gooder hemos desarrollado un programa específico basado en entrenamiento de alta intensidad que te iremos contando. Este tipo de ejercicio hará que esta estimulación sea mucho más efectiva. Comienza practicando con el calentamiento general¡