La base de nuestra alimentación
Durante el Programa te vamos a ayudar a ser consciente de los hábitos de salud necesarios para que logres tu peso ideal y a incorporarlos con éxito. Además, verás cómo mejora tu piel y tu pelo, tu descanso, tu condición física, sabrás manejar y disminuir tus situaciones de estrés y tendrás más altos los niveles de energía que te permitirán vivir TU VIDA con mayor calidad y plenitud.
Tener una mejor calidad de vida va a evitar o disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, autoinmunes, cáncer, diabetes y otras entre las que se cuenta el sobrepeso y la obesidad. Esta mayor calidad de vida pasa por poner especial atención en algo que poco a poco nuestra sociedad va considerando y a lo que nuestro programa sitúa como base del mismo: la inflamación crónica.
De manera general podemos hablar de dos tipos de inflamaciones:
- La inflamación “aguda” como respuesta fisiológica normal para que pueda sanar cualquier tejido que está dañado o lastimado. Una vez que sane la herida o el tejido, terminará el proceso inflamatorio.
- La inflamación “crónica”. La inflamación que no duele y que puede ser causada, o causar problemas y daños intestinales, malas digestiones, sobrepeso u obesidad. Que puede ser la responsable de bloqueos en la pérdida de peso, con la consiguiente no evolución, o que nos dificulte llegar a conseguir los objetivos deseados.
Con este propósito Gooder propone un programa que abarca
- Un plan de alimentación sana, basada en comida real y en la medida de lo posible ecológica, que no aporte calorías vacías, que cuide nuestro sistema gastrointestinal y fortalezca nuestro sistema inmune. Esto es, una alimentación antiinflamatoria que nos vaya a asegurar la correcta asimilación de nutrientes, con procesos digestivos correctos.
- Un plan de vida sana en la que el aire libre, el contacto con la naturaleza, el ejercicio moderado, respirar con atención, viviendo el presente, contribuyan a regular y equilibrar cualquier proceso inflamatorio en nuestro organismo.
¿Cuales son las bases de la alimentación antiinflamatoria?
Mantenimiento de una glucemia estable
Evitando picos de glucemia, con alimentos y mezcla de alimentos correctos, ayudaremos a que nuestro páncreas trabaje mejor, y así reduciremos la inflamación.
El Índice Glucémico estudia la respuesta de glucemia en sangre, después de comer un hidrato de Carbono (HC).
Como la respuesta en sangre es diferente en función de lo que hayamos comido, conociendo los diferentes tipos de alimentos, sabremos qué debemos evitar para así mantener niveles de glucemia ESTABLES, ya que un pico alto provocaría inflamación.
Si hay absorción lenta/moderada de alimentos y nutrientes, los picos de glucemia se evitan y por tanto la inflamación es menor.
Antioxidante y depurativa
Rica en agua, frutas y verduras, que aportan las vitaminas y minerales necesarios para combatir los radicales libres responsables de la oxidación de nuestras células y por tanto del envejecimiento.
Se trata de una alimentación basada en agua, agua con limón alcalinizante, muchas frutas y verduras de temporada, cultivo local y producción ecológica.
Del mismo modo que huevos y aves de corral, carnes de pasto y pescados con alimentación no basada en piensos.
Reguladora a nivel intestinal
Hará que nuestra microbiota, la flora propia del intestino esté “en forma”.
Tanto por el alto contenido en fibra procedente de las frutas, las verduras, las legumbres y los cereales integrales como por la no utilización del trigo por su cualidad inflamatoria.
Además, del consumo de pre y probióticos naturalmente presentes en los alimentos (frutas, verduras, algas, fermentados, etc.).
Equilibrio Omega3 / Omega6
Reduciendo a cero el exceso de Omega 6 proveniente de alimentos ultra procesados, causante de inflamación. Y promoviendo el consumo de grasas buenas, con alto aporte de Omega 3 y 6 de calidad.
El omega 3 tiene una función antiinflamatoria y el omega 6, consumido en exceso, y en forma de alimento procesado se comporta como un nutriente muy inflamatorio. Ambos son necesarios en nuestra alimentación, pero tenemos que buscar el equilibrio y la calidad de estas grasas.
La alimentación actual suele tener un exceso de omega 6 con el consumo de ultra procesados y poco omega 3 que, además, en su mayoría no es de calidad.
Con alimentos como el aceite virgen extra, frutos secos, aguacate y semillas con un alto aporte de omega 6 y con pescados azules de pequeño tamaño que ofrecen grasas omega 3 conseguiremos el equilibrio necesario con grasas de calidad.
Estas grasas buenas potenciarán además el poder antiinflamatorio de todo el plan de alimentación durante todos los retos.
Gluten, trigo y lácteos ¿Por qué los retiramos?
Gluten
Los retiramos, sí. Pero en fases iniciales. Luego los iremos introduciendo poco a poco.
El gluten está en el trigo, avena, cebada, centeno, espelta y kamut. Pero es el gluten del trigo el que más problemas de alergias o intolerancias genera.
El gluten activa/altera la zonulina. Ésta es la proteína que modula la permeabilidad de las uniones estrechas entre las células de la pared del Tubo Digestivo, por lo tanto, es muy reguladora de la permeabilidad de nuestros intestinos.
De todos los cereales citados anteriormente, quizás la mejor tolerada sea la avena. Este cereal es muy consumido en el mundo del deporte por tener un alto contenido en proteínas y ser muy energético.
A nivel inflamatorio, en muchas ocasiones, personas no celiacas, son intolerantes a un tipo de gluten específico y retirar este alimento de su alimentación, puede ser muy beneficioso para su salud gastrointestinal y su sistema inmunológico. Y de la mano con esto, la permeabilidad de su intestino mejorará, con la consecuente bajada de inflamación producida.
Es el gluten del trigo el que habitualmente más problemas de alergias o intolerancias genera. No obstante, los celiacos tampoco pueden consumir el del centeno, la cebada, la espelta y la avena, aunque la avena se está empezando a estudiar como una posible alternativa en determinados tipos de celiaquía.
Si volvemos la vista atrás, vemos que nuestros antepasados no conocían los platos precocinados, la leche envasada que dura meses, las gulas, los yogures pasteurizados, los refrescos de cola, el trigo resistente a plagas, el pan envasado, etc. Las formas de producción han cambiado radicalmente, todos estos productos contienen, además del alimento base, un número importante de sustancias adicionales químicas que lo hacen, en muchas ocasiones más transportable, menos perecederos, más palatables o más fácil de preparar.
Estas son las dos razones principales por las cuales retiramos inicialmente todos los cereales que contienen gluten.
- Por su poder inflamatorio en muchas personas.
- Y en el caso concreto del trigo, por su alto nivel de manipulación previo, incluso el integral. La opción será siempre elegir otro cereal.
Poco a poco iremos introduciendo el resto avena integral, centeno…
Lácteos
Sin duda la leche es un alimento muy completo y nutritivo, nos aporta hidratos de carbono, proteínas, grasas de calidad, vitaminas y minerales.
Pero sabemos que tanto su azúcar (lactosa), como su proteína (caseína), son altamente mucogénicas, además de ir vinculadas a la activación de respuesta inflamatoria del organismo.
Las caseínas (proteínas) de la leche de vaca son proteínas que un niño no es capaz de digerir completamente, además la leche de vaca posee cuatro veces más proteínas que la leche humana. En el adulto la cosa se complica más porque tenemos disminuida la producción de renina gástrica, enzima encargada de digerir estas proteínas. Por lo tanto, estas proteínas parcialmente hidrolizadas se comportan como antígenos en nuestro intestino y estimulan nuestro sistema inmunológico (favoreciendo la inflamación).
Si además tenemos un exceso de permeabilidad intestinal, pueden llegar a penetrar en nuestro organismo generando problemas de inmunidad, fatiga crónica, alergias u otra serie de enfermedades relacionadas con el consumo de lácteos.
No obstante, hay que realizar una apreciación, existe el tipo de caseína A-1 que es una mutación que sufrieron las vacas Holstein (que son las más frecuentes). La A-1 se convierte en una proteína (Beta-casomerfina) que se une a las células pancreáticas que produce la insulina y esto hace que se genere una respuesta autoinmune. Sin embargo, hay lácteos como el de oveja o cabra que principalmente tienen Caseína A-2 que no produce esta reacción. Algunas clases de vacas también poseen caseína A-2 pero por ejemplo en España la mayor producción es de A-1.
La lactosa es el azúcar de la leche y es digerido por una enzima específica llamada “lactasa”. Esta enzima va disminuyendo con la edad; es más, en las razas de color que no son consumidoras de leche, la lactasa desaparece a los tres años de edad. Al disminuir la cantidad de enzimas, la lactosa no digerida llega al intestino y es fermentada por las bacterias, esto provoca flatulencia y, en ocasiones, diarreas.
Las enfermedades inflamatorias y autoinmunes, como las enfermedades reumáticas, la esclerosis múltiple o la enfermedad inflamatoria intestinal, también se relacionan con la alimentación actual por considerarse proinflamatoria. Incluso algunas enfermedades de base proinflamatoria como las enfermedades cardiovasculares están, en ocasiones, vinculadas a enfermedades autoinmunes. El desequilibrio en el consumo de grasas, las harinas refinadas, el exceso de azúcar y de químicos ambientales hace que nuestra alimentación favorezca los procesos de inflamación en nuestro organismo. Estos procesos también son perjudiciales en enfermedades como la fibromialgia o el síndrome químico múltiple, que cada día es más frecuente en nuestra sociedad. En las enfermedades neurodegenerativas también existen medidas dietéticas preventivas como, por ejemplo, el consumo de ácidos grasos omega 3.
Una reflexión final
Cuando nos vemos con sobrepeso, muchas veces lo que pensamos es en tomar alimentos que no tengan tantas calorías o simplemente comer menos, pero esto es buscar un objetivo a corto plazo y no necesariamente enfocado a tu salud. Solo aquella pauta de alimentación que esté encaminada a mantenerme con salud y bienestar el resto de mi vida será una dieta o un régimen de vida acertado para aplicarlo en tu rutina diaria.